miércoles, 12 de noviembre de 2014

INDICADORES DE ÉXITO EN EL AULA DEL ALUMNADO CON TDAH.

Como bien se ha dicho en anteriores ocasiones, el TDAH es un problema cada vez más presente en nuestras aulas. Así mismo, es un problema complejo al que hay que procurar dar la mejor respuesta posible. De la respuesta que se dé dependerá el éxito del/la alumno/a aquejado de TDAH como alumno/a y como persona.
La respuesta que se ha de dar a los problemas provocados por el TDAH en el aula ha de ser una respuesta coordinada en la que han de intervenir varios actores: compañeros/as del/la alumno/a, profesorado, tutor/tutora, departamento de Orientación, Equipo Directivo, y sobre todo familia.
Una ratio moderada de alumnado por unidad de clase facilita la tarea de atención que debe realizar el profesorado con el alumnado diagnosticado con TDAH. No obstante, éste no es el único indicador a tener en cuenta.
A continuación se propone una serie de indicadores y consiguientes actuaciones que pueden determinar en el aula la integración y el éxito escolar del alumnado con TDAH.

INDICADORES
MANIFESTACIONES / RESPUESTAS
Formación del profesorado
- El profesorado debe antes que nada tomar consciencia del alcance de los problemas que ocasiona la presencia del alumnado con TDAH en clase.
- Debe ser consciente de que el alumnado con TDAH no puede, en un principio, aportar las mismas respuestas que aportaría el alumnado no aquejado de este problema ante las distintas situaciones planteadas.
- Debe tener presente una serie de pautas de actuaciones a llevar a cabo, todas tendentes a desarrollar la autoconfianza del alumno en sus propias posibilidades y su autoestima ("Tú también puedes").
- Realizar un estudio previo para evaluar las distintas actitudes de un alumno con TDAH, con el fin de establecer unas pautas de trabajo/actuaciones acordes con el alumnado que hay que atender (atención personalizada).
- Establecer contacto con otros profesionales para interesarse por las actuaciones llevadas a cabo en otros centros. El intercambio de ideas es una riquísima fuente de información.
Actitud del alumnado con TDAH
- El alumnado con TDAH ha de tomar consciencia progresivamente del hecho de que no puede aportar de la misma forma que sus demás compañeros/as las respuestas requeridas por las distintas situaciones planteadas.
- El alumnado con TDAH no es peor que el resto del alumnado. Sólo es diferente, y puede aportar mucho ("Tú también vales").
- Conforme el alumnado con TDAH va creciendo y madurando, adquisición del convencimiento de que se puede conseguir los mismos resultados que los demás, pero trabajando de forma distinta (puede ser mayor cantidad de trabajo, puede ser simplemente enfocar el rendimiento académico de otra forma alternativa, pero igual de eficaz).
- Procurar mostrar una actitud receptiva ante los requerimientos del profesorado, especialmente cuando se valora los aciertos académicos y las buenas actuaciones comportamentales.
- Ser consciente de los posibles itinerarios para alcanzar las mismas metas que el resto del alumnado.
Comportamiento del alumnado con TDAH
- Con una muestra de mal comportamiento, detrás hay una voluntad de llamar la atención. Ante tal actitud, tanto el profesorado como el resto del alumnado NO DEBEN REACCIONAR.
- En caso de actitudes gravemente disruptivas en el aula, el resto del alumnado no deberá intervenir bajo ningún pretexto. El profesor deberá invitar al alumnado autor de tal actitud a salir al pasillo. El profesor preguntará a este/a alumno/a por los motivos de tal actitud disruptiva. El/la alumno/a, que generalmente se tranquiliza en este corto espacio de tiempo, se verá abocado a disculparse y a rectificar su actitud.
- Algunas intervenciones desafortunadas se deben a una manifiesta falta de madurez del/la alumno/a. Es la manifestación del deseo de jugar. El alumnado con TDAH generalmente no distingue claramente el límite entre una situación lúdica y una situación más seria y más formal. Por ello, a veces es necesario "frenarlo".
Optimización del rendimiento académico
El alumnado con TDAH suele tener serios problemas de concentración, lo cual redunda en un rendimiento académico insuficiente. Por ello:
- deberá realizar tareas que versen sobre los conocimientos y aptitudes a adquirir, pero adaptadas a sus limitaciones.
- deberá realizar tareas generalmente cortas. Mejor muchas tareas cortas que pocas tareas largas.
- completar las clases magistrales con unos materiales especialmente diseñados para el alumnado con TDAH: materiales muy gráficos (por ejemplo, un tema de historia completado con un cómic u otro documento por el estilo).
- a partir del apartado anterior, desarrollo de la memoria gráfica e iconográfica.
- el profesorado deberá incentivar la voluntad de trabajo del alumnado con TDAH indicándole las ventajas de un trabajo bien realizado. Para el alumnado de menor edad y menor madurez, la economía de fichas suele resultar altamente motivadora.
- desarrollar en el alumnado con TDAH la autoconfianza y la autoestima. ("¿Qué tendrán los demás que no tenga yo?").
- incentivar en el alumnado con TDAH las aptitudes especiales que tenga en ciertos terrenos (aptitudes artísticas, facilidades con las nuevas tecnologías, etc...)
Interacción profesorado-departamento de Orientación
- Concertar todas las actuaciones, tanto pedagógicas como actitudinales, con el Departamento de Orientación.
- Realizar evaluaciones puntuales para medir convenientemente la evolución del alumnado con TDAH, y así adaptar constantemente las adaptaciones curriculares según la evolución constatada.
La familia
La familia ha de ser muy consciente de que un/una hijo/a con TDAH requiere una atención continua. Por ello, se recomienda llevar a cabo las actuaciones abajo indicadas:
- perfecta y total coordinación con el profesorado y el Departamento de Orientación.
- en casa, ayudar al/la hijo/a a hacer los deberes y a estudiar, SIN REEMPLAZAR AL PROFESORADO.
- ser conscientes de las limitaciones inherentes al TDAH. Por tanto, no exigir al/la hijo/a más de lo que puede rendir.
- ser paciente con ciertas manifestaciones comportamentales del hijo/a, sin por ello dejarlo/a a su libre albedrío.
- dar cariño y afecto al/la hijo/a. Un niño/a con TDAH requiere tal vez más cariño, afecto, copmrensión y apoyo que un/a niño/a no aquejado/a por este problema.
Interacción alumnado con TDAH - resto del alumnado
La relación entre el alumnado con TDAH y el resto del alumnado resulta determinante para la integración del alumnado con TDAH en el funcionamiento de la clase y para su correcta socialización. Para ello, el profesorado deberá propiciar un ambiente de paciencia y colaboración entre el alumnado de clase. Todos/as los alumnos/as pueden aportar muchas cosas positivas para el correcto desarrollo de la clase. En este contexto, una actitud paciente, tolerante y receptiva del resto del alumnado puede dar lugar a los siguientes efectos:
- plena incorporación del/la alumno/a con TDAH en el seno de su clase, aportando aquello que pueda aportar para enriquecer a la clase.
- desarrollo de las actitudes de estudio y mejora del alumnado con TDAH, mediante la ayuda activa por parte del resto del alumnado. En este caso, incorporar al/la alumno/a con TDAH en un pequeño grupo de trabajo de no más de tres-cuatro personas resulta altamente positivo.
- toma de consciencia del alumnado con TDAH de una actitud negativa y sus efectos una vez compruebe la indiferencia del resto del alumnado ante tal manifestación.
- hacer sentir al/la alumno/a con TDAH como uno/a más en la clase. Sin discriminación ni positiva ni negativa. Pero reconociendo las buenas actitudes y los logros académicos de este alumnado.


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